En un entorno empresarial donde la eficiencia, el control y el cumplimiento normativo son esenciales, la certificación en gestión de activos puede convertirse en una ventaja estratégica. Más allá de ser una credencial profesional, representa un respaldo técnico y organizacional que permite a las empresas optimizar el uso de sus recursos, reducir riesgos y alinearse con estándares como la ISO 55001. Para líderes que buscan mejorar la trazabilidad, el mantenimiento y la rentabilidad de sus activos físicos o digitales.
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Una certificación en gestión de activos acredita que una persona u organización domina los principios establecidos por estándares internacionales como la norma ISO 55001. Esta norma define los requisitos para establecer, implementar y mejorar un sistema de gestión que permita maximizar el valor de los activos a lo largo de su ciclo de vida.
En el contexto peruano, la Ley N.° 30225 Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento (Decreto Supremo N.° 344-2018-EF) promueven la gestión eficiente de los recursos públicos, lo que incluye una administración responsable de los activos. De igual forma, la Ley General de Contabilidad Gubernamental (Ley N.º 28708) establece que todas las entidades deben llevar un registro contable de sus activos fijos conforme a criterios técnicos y normativos.
Existen diversos tipos de certificación en gestión de activos, tanto para personas como para organizaciones. Aquí te mencionamos 3 de ellas:
Cada una responde a necesidades diferentes: desde la formación técnica hasta el liderazgo estratégico o el cumplimiento normativo organizacional.
Es importante distinguir entre certificaciones personales y organizacionales:
Ambos tipos de certificación son complementarios. Una empresa con profesionales certificados tiene mayor capacidad para implementar o mantener un sistema de gestión de activos que cumpla con los requisitos legales y los estándares internacionales.
Una certificación en gestión de activos permite optimizar recursos, reducir riesgos y cumplir con normativas como la Ley N.º 28708, que exige un control técnico y contable de los bienes. También fortalece la trazabilidad y mejora la toma de decisiones en áreas clave del negocio. Para organizaciones en crecimiento, representa una base sólida para gestionar con eficiencia y visión a largo plazo.
Tanto a profesionales que buscan diferenciarse, como a empresas que quieren demostrar madurez y cumplimiento normativo.