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¿Cómo manejar el retorno a las oficinas?

Escrito por Buk | julio 23 2021

Sebastián Ausin, Country Manager de Buk Perú, escribió una columna de opinión donde hace una reflexión de qué es lo que deben hacer las empresas respecto al retorno del trabajo presencial.

Ésta fue publicada en el suplemento Día 1 del diario El Comercio.

 

A continuación, te compartimos el texto completo:

 

Hace unos días, el Gobierno peruano decretó que el trabajo remoto se extenderá hasta el 31 de diciembre del 2021, para evitar la propagación del COVID-19. Este anuncio, sin embargo, abre a la vez una ventana de posibilidades para que algunas empresas puedan retomar operaciones con esquemas híbridos y, en algunos casos, de manera completamente presencial. ¿Qué tan factible es retomar un modelo que, para muchos, quedó en el pasado?

Trabajadores de diversos rubros experimentaron las ventajas del súbito e inesperado pase a un novedoso esquema que los dotó de mayor autonomía, les permitió disfrutar más momentos en familia, ahorrar tiempo y dinero en traslados a la oficina, e incluso decidir cuándo y cómo trabajar. También trajo consigo fatiga por la invasión del espacio familiar, y el síndrome de burnout por la seguidillas de reuniones y llamadas interminables.

 

Frente a este contexto, hoy resulta indispensable que los empleadores apelen a la creatividad para encontrar un mix de trabajo que maximice las ventajas y mitigue los dolores cuando llegue el momento de retomar una presencialidad parcial. Los líderes deberán tomar decisiones teniendo en cuenta el miedo que aún puede persistir en sus trabajadores, ya que el virus y sus variantes seguirán presentes. Así, para mantener la competitividad de la organización, será clave gestionar adecuadamente las distintas necesidades y mantener una convivencia que fomente la productividad del negocio.

 

Considero que serán tres los pilares fundamentales para enfrentar este proceso:


1) Repensar la cultura corporativa. Si antes había un horario fijo, el retorno a la presencialidad requerirá una flexibilización de ese frente. Lo mismo ocurrirá con la asiduidad de las reuniones, las cuales, en muchos casos, hemos comprobado que podrían evitarse con un mail o llamada.

 

2) Fijar protocolos. No solo en términos de salubridad, sino para temas sensibles como el duelo. Es factible que haya colaboradores que enfrenten pérdidas personales. Asumir esos imprevistos será indispensable para mantener una cultura sana en un entorno de adaptación a una nueva normalidad.

 

3) Preservar espacios para la distensión. Pausas activas para tomar un café o compartir una conversación de pasillo serán claves para mantener un buen clima organizacional y las herramientas digitales son ahora grandes aliados.