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Ley de contrataciones y firma electrónica: impacto en contratos

Escrito por Alessandra Trujillo | agosto 21 2025

 

Contratos digitales y experiencia del cliente optimizada

La firma electrónica aplicada a contratos digitales no solo acelera los procesos de formalización, también genera una experiencia más simple y confiable para el cliente. Empresas de diversos sectores ya incorporan este recurso para responder a las exigencias de rapidez y seguridad que demanda el mercado actual, en línea con los principios de la ley de contrataciones.

Agilidad en firmas remotas: cierre de negocios más eficiente

Un contrato que antes requería días de traslado físico ahora puede firmarse en cuestión de minutos desde cualquier ubicación. Esto no solo reduce costos operativos, sino que también asegura que la oportunidad de negocio no se pierda por barreras logísticas.


Ejemplo:


Un proveedor del Estado que participa en una licitación pública puede firmar el contrato de manera remota, cumpliendo los plazos establecidos por la ley de contrataciones, sin demoras innecesarias.

Comodidad y accesibilidad para el cliente en todo el proceso

La firma electrónica elimina la necesidad de trámites presenciales. El cliente puede revisar, firmar y almacenar su contrato desde una computadora o smartphone, con la misma validez que si lo hiciera de forma presencial. Esto representa un cambio clave en la relación empresa-cliente: más accesible, más seguro y con menos fricción.

Elementos de validez y seguridad del contrato digital

Un aspecto central en la implementación de contratos digitales es su validez legal. La normativa peruana reconoce la firma electrónica como medio de prueba en procesos judiciales y administrativos, siempre que cumpla con estándares de autenticidad, integridad y confidencialidad.

Garantías legales: la validez irrefutable de tu contrato electrónico

De acuerdo con la Ley N.° 27269, Ley de Firmas y Certificados Digitales, los contratos suscritos mediante firma electrónica tienen la misma fuerza vinculante que los firmados en papel. Además, se ajustan a los principios de la ley de contrataciones, que promueve la transparencia, la eficiencia y la reducción de riesgos en los procesos contractuales.


En la práctica, esto significa que un contrato firmado digitalmente:

 

  • No puede ser alterado sin dejar evidencia.
  • Es plenamente válido ante cualquier autoridad.
  • Protege tanto a la entidad contratante como al proveedor.