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Burnout laboral: 5 tips para prevenirlo en tu organización

Escrito por Valeria Fernández | julio 30 2025

 

El burnout ya no es una excepción: es una realidad cada vez más común en los espacios de trabajo en Latinoamérica. Según el Estudio de Burnout 2025 by Buk, el 46% de los colaboradores en la región experimentó burnout al menos una vez durante el último año. Esta cifra refleja que el agotamiento emocional, físico y mental derivado del trabajo no solo afecta la motivación de las personas, sino también su productividad y permanencia en la empresa.

 

De hecho, 1 de cada 4 colaboradores quiere dejar su empleo por burnout, y este número se eleva a 32% entre los jóvenes de la Generación Z. A esto se suma un dato alarmante: el 46% de quienes presentan burnout frecuente se sienten deprimidos en el trabajo. Esta condición no solo impacta el estado emocional de las personas, sino que también repercute directamente en el rendimiento y la cultura organizacional.

 

Ante este panorama, la prevención se vuelve clave. ¿Qué pueden hacer las empresas y las áreas de Recursos Humanos para reducir el riesgo de burnout? En esta nota te compartimos 5 tips prácticos y estrategias efectivas para cuidar el bienestar de tus equipos.

¿Qué es el burnout y por qué está creciendo?

El burnout es un síndrome reconocido por la OMS que surge como resultado del estrés laboral crónico no gestionado adecuadamente. Se manifiesta a través de tres componentes principales:

 

  • Agotamiento emocional
  • Despersonalización o desconexión con el trabajo
  • Sensación de ineficacia o baja realización personal

Hoy, múltiples factores están acelerando su aparición: alta carga de trabajo, escasa desconexión digital, liderazgo poco empático y una cultura que prioriza el rendimiento por encima del bienestar.

 

Según el Estudio de Burnout 2025 by Buk, las consecuencias ya son visibles:

 

  • Solo el 72% de las personas con burnout logra planificar y terminar tareas a tiempo, en comparación con el 82% de quienes no presentan este síndrome.
  • Casi la mitad de quienes viven burnout frecuente se sienten deprimidos en el trabajo.
  • Solo el 63% de personas con burnout frecuente recomendaría su empresa, en contraste con el 81% de quienes no lo tienen.

 


5 tips para prevenir el burnout laboral

Fomenta la planificación realista de tareas

Una carga excesiva de trabajo o una mala distribución de responsabilidades suele ser el primer detonante del burnout. El estudio de Buk revela que quienes viven burnout planifican y ejecutan sus tareas con menor eficacia, lo que puede agravar aún más su sensación de frustración o agotamiento.

 

¿Cómo actuar desde RR.HH. o liderazgo?

 

  • Implementa herramientas que permitan visibilizar la carga real de cada colaborador.
  • Establece metas claras y realistas, priorizando la calidad sobre la cantidad.
  • Evalúa de forma continua la carga laboral para redistribuir tareas si es necesario.
  • Introduce metodologías ágiles para dividir los proyectos en fases manejables y con seguimiento frecuente.

Planificar de manera efectiva no solo mejora la productividad, también devuelve a las personas el control sobre su trabajo, lo que reduce el estrés.

Habla abiertamente de salud mental

A pesar del aumento en los casos de burnout, en muchas organizaciones sigue siendo un tema tabú. Sin embargo, el 46% de quienes sufren burnout frecuente se sienten deprimidos, lo que indica que no estamos hablando solo de estrés, sino de una afectación seria a la salud mental.

 

¿Qué pueden hacer las empresas?

 

  • Incluir la salud mental como parte central de la estrategia de bienestar.
  • Ofrecer acceso a programas de asistencia psicológica o alianzas con profesionales.
  • Realizar talleres o campañas internas que normalicen el hablar sobre ansiedad, agotamiento o sobrecarga emocional.
  • Entrenar a líderes para que puedan escuchar, contener y guiar a sus equipos cuando detecten signos de agotamiento.

Una cultura que abraza la salud mental como parte de la vida laboral genera equipos más saludables, comprometidos y resilientes.

Establece límites claros entre lo personal y lo laboral

La hiperconectividad, el trabajo remoto y la cultura de la inmediatez han borrado muchas veces la línea entre la vida personal y profesional. Esta falta de límites es uno de los grandes aceleradores del burnout.

 

Estrategias para promover la desconexión:

 

  • Establece políticas claras de horario laboral, y hazlas cumplir desde el liderazgo.
  • Fomenta pausas activas durante la jornada (no solo en teoría, sino con tiempo y espacios habilitados).
  • Evita correos y reuniones fuera de horario o durante fines de semana.
  • Promueve el uso de agendas compartidas para visibilizar la disponibilidad del equipo.
  • Crea rutinas de cierre laboral, como reuniones breves al final del día o indicadores de desconexión.

Cuando se respeta el tiempo personal, se protege el equilibrio emocional y se fortalece el compromiso laboral.

Mide el clima y el bienestar de manera continua

Muchas veces el burnout se instala de forma silenciosa. Por eso, es esencial contar con herramientas que permitan medir cómo se sienten las personas antes de que el problema se agrave.

 

Buenas prácticas para detectar señales a tiempo:

 

  • Aplica encuestas de clima laboral al menos una vez por trimestre.
  • Incorpora preguntas específicas sobre estrés, carga laboral, salud mental y motivación.
  • Usa plataformas de gestión de personas, como Buk, para centralizar y visualizar los resultados.
  • Genera planes de acción tras los resultados: el diagnóstico es solo el primer paso.

Escuchar activamente a los colaboradores y responder con medidas concretas es la forma más eficaz de construir una cultura preventiva.

Capacita a líderes en gestión emocional

Los líderes tienen un rol protagónico en el bienestar del equipo. Su estilo de liderazgo puede ser un factor de protección o un riesgo. La falta de empatía, el exceso de control o la ausencia de reconocimiento contribuyen al desgaste emocional.

 

Capacita a tus líderes para que puedan:

 

  • Identificar señales tempranas de burnout en el comportamiento del equipo.
  • Manejar conversaciones difíciles desde la empatía y la contención.
  • Equilibrar la exigencia con el acompañamiento humano.
  • Crear ambientes de confianza donde se pueda hablar de lo que se siente, no solo de lo que se hace.